lunes, 13 de mayo de 2013

Un faldón para Germán

Germán es el tercer nieto de mi madre. Es apenas un bebé y aún se le pueden poner faldones, una prenda que es más típica de niñas en estos tiempos. No siempre fue así, de hecho, los niños se bautizan aún con faldón de bautismo, uno más largo y con capota blanca (por la liturgia del Bautismo).

Éste es un faldón de calle, con su jubón y capota a juego. Era tan bonito que quisimos guardarlo para bautizar a Rodrigo allá por principios del 2008, y al final ni Rodrigo ni Germán se bautizaron con él. Pero sigue siendo un bello y atemporal conjunto, que Germán lució elegante un día de primavera del 2013. Estaba encantador, tan fino y tan bebé todavía.





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